Íntegro.
Lo cierto es que él era un hombre despreciable, había convertido la maldad en su estilo de vida y cada acto ruin eran una muestra de lo comprometido que estaba con la causa.
Por mas que su presencia ofendiera a muchos pares de ojos, nadie podía cuestionarle al tipo que jugara a dos puntas, porque siempre se había mostrado del mismo modo. Por lo tanto cuando se debía tratar con él alguna cuestión, uno siempre sabía muy bien como venía la mano. Podemos agregar entonces que era además de un hombre despreciable, un hombre de comportamiento sincero.
Gorrión de papel.
Ofendía a los ojos porque era muy feo?
ResponderEliminarEn cierto modo su fealdad era otra. Pero si, era feo.
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