A los dos años se vino a Buenos Aires sin desde una ciudad cercana al mar. Cincuenta y seis años mas tarde esta frente a el, las olas la atemorizan. La arena se ve diferente a la arena de construcción, le dijo observadora. El dijo que si. Se descalzan y caminan por la orilla. Ella llora y él la deja llorar. El atardecer no fue un atardecer más, tenía el color de la memoria. Guardó agua en una botellita y pidió volver a casa. Hoy vi el mar de lejos y el mar de cerca,dijo. Lo vi enojado y en calma, lo vi con atardecer de fondo y como espejo de las estrellas, pero no encontré el mar de mi infancia.
Gorrión de papel.
Que lindo el mar..siempre fuente de inspiración para los enamorados...alli donde el horizonte y el cielo parecen fundirse en una sola y mágica cosa....sentir el viento frio que nos da en la cara....mirar la inmensidad..y sumergirse en el fantastico mundo de las ideas..
ResponderEliminarHermoso poder que nace de repente..entre tus olas ..entre las huellas profundas que los pasos anónimos dejan..dibujados en tu cintura ajajaj
Un beso Gorrión tu prosa motiva el unico piston q funciona en mi cabeza aja ChipiChipi
Gracias ChipiChipi por tu comentario, gracias corazón.
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