Buscar este blog

Luna tucama por Billy Quinteros y mi hermosa madre.

Demasiado corazón - Tomás Lipán.

viernes, 2 de marzo de 2012

Mar del plata, algún día de algún mes de estos últimos años


  En la mitad de la tarde…¿Qué puedo escribir? ¿Qué letra, qué punto? Ese blanco imponente me aterra...me anonada 
  La tinta corre, inconciente, sobre el papel, aturdiendo palabras, imponiendo pausas,respondiendo a un pulso que no significa nada…
  Entonces, se levantan mis ojos de repente,y como por arte de magia aparece tu imagen, en la ventana, transparente, limpia, como el agua clara…
  Y mi mano, guiada por ese relámpago,viaja ahora segura, elegante,llenando de sentido los infinitos espacios vacíos...
  Estoy escribiéndote, narrándote,y el júbilo es tal que un huracán caliente recorre mi sangre alborotada... Mas no mucho dura este torrente,de palabras, ideas, sentimientos,una nube espesa de nostalgias, azul, o rosa,como prefieras,desciende sobre mi cabeza, la golpea,remite a rincones oscuros de mi mente,remonta fantasmas, los agita,tiende cables inasibles, entre vos y yo, como si de pronto y claramente estuviese dentro tuyo,explorándote,conociéndote,reconociéndote y reconociéndome…Y al alzar la vista sólo veo la ventana vacía, la silla, la mesa,las cosas de siempre…y ya no estás y no está el júbilo, ni el torrente…solamente esta angustia incomprensible de haber transitado tus senderos,de a ratos, por partes,derrochando gestos vacíos, impotentes,sin haber dejado en ellos una huella suficiente.En la mitad de la tarde,la noche me está llamando…y te escribo sin esperar tu respuesta, aunque la intuya en mi mente. Adiós...hasta el infinito.



Mariel Paz.





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Milonga de mis amores.